domingo, 19 de junio de 2011

Una de profesores funcionarios.

Jordi Évole siempre pone el dedo en la llaga de forma muy didáctica para que todo el mundo lo pueda entender. En este caso trata el tema de los funcionarios e intenta llegar al fondo de los tópicos, verdades y mentiras sobre este colectivo tan envidiado como denigrado ¿justa o injustamente? ¿se puede generalizar? En este corte entrevista a javier Marsá, director del instituto Joan Coromines, que mandó una carta al diario La Vanguardia quejándose del trato que se daba a los funcionarios en un artículo. Javier Marsá hace autocrítica pero también defiende la necesidad de un cuerpo de funcionarios no regido por los criterios de productividad económica, o lo que es lo mismo explotación.


viernes, 10 de junio de 2011

España el país de donde emigran los ciéntíficos y al que vienen los futbolistas más caros.

Si sólo de futbol se tratara ya tendríamos resueltos todos los problemas en España, lástima que por muy bien que jueguen Xavi, Iniesta, Iker y compañía no van a resolver el tema del paro ni del calentamiento global. El problema no es de hoy ya hace mucho tiempo que nuestros antepasados ponían todas sus esperanzas en ganar dinero como buenos hidalgos de sangre limpia cuyas principales virtudes, aparte de proceder de su cuna real o supuesta, era vivir de sus rentas o de su espada que lo peor visto era tener que pegar palo al agua para ganarse las perras. Eso de prestar dinero era de marranos y la nobleza y la iglesia por derechos divinos se ocupaban de que nadie que no lo “mereciera” pudiera prosperar en este país. De investigar ni hablamos. Mientras nuestros vecinos norteños no hacían tantos ascos al trabajo ni al comercio y se buscaban otro Dios más comprensivo con sus empresas. Hoy seguimos soñando con ser hidalgos de pelota, micrófono, volante o raqueta o con que nuestro cacique municipal nos de trabajo que antes está la limpieza de sangre que la de las oposiciones. Ojo que cuando los españoles nos ponemos a algo somos buenos como los mejores, no nos bastó ser la primera potencia mundial casi dos siglos sino que encima hoy día nuestros deportistas son la envidia/admiración del mundo. Claro que antes igual que ahora sólo basta echar un vistazo a como vivíamos los españoles mientras dominábamos medio mundo y al nivel de paro que tenemos hoy mientras ganamos mundiales para que esa envidia/admiración se convierta en pena/incredulidad. Tenemos la liga de futbol más cara de Europa donde vienen a parar los mejores jugadores mientras que nuestro sector privado gasta menos en investigación que Santiago Carrillo en biblias. La mayoría de nuestros empresarios sólo saben trabajar el ladrillo, y eso cuando los beneficios sean del 200 o más %, por menos ni se molestan ¿para qué van a invertir su dinero en algo que no de beneficios inmorales e inmediatos? Estamos hartos de escuchar que de esta crisis sólo se saldrá con imaginación y estamos en un punto crítico en cuanto al desarrollo sostenible. Pronto el huso de combustibles fósiles será insostenible y sólo la investigación en fuentes de energía limpias y renovables pueden salvarnos. ¿Qué hacemos mientras tanto? Dejar que nuestros mejores cerebros se larguen y fichar futbolistas caros ante el entusiasmo generalizado de la afición. Yo por mi parte sólo espero que en algún lugar del mundo algún joven esté ahora mismo tan entusiasmado por encontrar la fuente de energía del futuro como yo cuando vi este domingo a Nadal ganar Roland Garros.

Cientos de científicos españoles en el extranjero exigen reformas para regresar