martes, 20 de septiembre de 2011

Simplemente gracias.

Era verano de 1999 andaba yo por tierras gallegas y un par de veces use la ruta portuguesa para bajar a la Córdoba de mis entrañas. Se trataba de seguir la autovía desde Oporto hasta casi Lisboa donde había que desviarse para volver a entrar en España por Badajoz. La ruta resultaba más o menos igual de larga pero por aquella época aún la A6 no era totalmente autovía y había tramos de carretera nacional que cruzaban algunos puertos de montaña y multitud de pueblos gallegos y leoneses que aunque alegraban la vista suponían un notable retraso, además si era operación salida o entrada te quitabas de en medio pasar por Madrid. Por la ruta portuguesa desde Santiago de Compostela hasta que te desviabas antes de llegar a Lisboa era todo autopista, claro que luego para llegar a Badajoz y seguir hasta Córdoba era todo carretera nacional. Esta batallita de abuelo cebolleta viene a cuento de que aquel día precisamente no muy lejos de mi ruta, en Lisboa, unos chavalitos de 19 años llamados Juan Carlos Navarro, Pau Gasol, Carlos Cabezas, Felipe Reyes, Berni Rodríguez, conseguían ganar el Mundial Junior de baloncesto nada más y nada menos que a los todopoderosos USA. Escuchaba el partido en la radio del coche mientras tortugueba por las carreteras extremeñas buscando mi ruta, no cabía en mi de gozo y recordaba con ya 28 añitos como cuando era un niño en 1984 vibraba con la selección de los Corbalán, Romay, Epi, Fernando Martin, Itu, Andrés jiménez que nos llevaron a la plata olímpica. Desde entonces poca cosa hasta que aquel verano de 1999 esa adorable pandilla de amiguetes comienza a sorprender a todo el mundo primero por bordar el juego y con el tiempo por ser un ejemplo de amistad, compañerismo y buen rollo en general, cualidades todas ellas que hoy día parece que hay que dejar en el camino para triunfar, ellos no y han ido fortaleciendo sus lazos de tal manera que el domingo pasado cuando Juan Carlos Navarro recibió el premio a MVP del campeonato, seguro que nuestra gran estrella Pau Gasol se sintió como si se lo hubieran dado a un hijo o un hermano. La canción que cantaban a coro para animar a Felipe Reyes cuyo padre Alfonso murió durante la concentración ”Todos los días sale el Sol Felipón” , se convirtió en su himno. Este grupo tras 10 años de éxitos y algunas pocas dolorosas derrotas, que aún les dan más calidad humana, deja una madre como la de los mejores vinos .




lunes, 5 de septiembre de 2011

Yo de mayor quiero ser hijoputa, o en su defecto Luís el Cabrón.

Ya todos conoceréis el chiste del niño al que preguntan ¿tú qué quieres ser de mayor? Y responde; “yo de mayor quiero ser hijoputa”, ante el asombro de los adultos el niño se explica: si porque todo el mundo no para de decir, mira el hijoputa que coche tiene, hijoputa que suerte tienes, etc... Se podría hacer el mismo chiste sustituyendo hijoputa por Luís el cabrón o L.B o L. Bárcenas, al juez Pedreira parece importarle más dejar claro que no hay pruebas determinantes de que sea el ex tesorero del PP que descubrir de quién se trata. A juzgar por la pasta recibida por Luís el cabrón, según los apuntes de Correa, y que se va a librar de la trena como mínimo podríamos decir de él aquello de “hijoputa que suerte tiene”. Quizás se refería a Luís el cabrón Esperanza Aguirre en lugar de a Gallardón como todos creíamos cuando hablaba del hijoputa del PP, en cualquier caso no creo que Pedreira llame a declarar a Esperanza Aguirre por eso. Sobre todo en un país donde a Garzón lo apartan del cargo por prevaricación tras investigar los crímenes del franquismo y el juez De Rosa del CGPJ se reúne impunemente con Camps tras que el propio Garzón apreciara serios indicios de que aforados del PP podrían estar implicados en la trama Gurtel. Si a todo esto le añadimos que fue un sindicato ultraderechista el que denunció a Garzón, el esperpento berlanguiano con inauguración de aeropuertos sin aviones más pensados para pasear que volar incluido, está servido. La endogamia no es que vaya a acabar con la justicia en este país es que sigue sin dejarla levantar cabeza.



¿Quién podrá ser Luís el cabrón?