
Cuando vi la escueta noticia que hablaba de la muerte del teólogo José María Díez Alegría en público.es caí en la cuenta de mi error. Hace ya más de un año veía en las mañanas de la 1 a un hombre anciano que físicamente podía ser un cura pero expresaba ideas muy distintas al credo oficial. No recuerdo de que iba el debate sólo unas palabras de Díez Alegría que no tardé en hacer mias. Díez Alegría desmontaba la tozuda resistencia de iglesia, foro de la familia y PP en contra de los matrimoios gays por no poder referirse, según ellos, la palabra matrimonio a la unión entre dos personas del mismo sexo; peras con peras y manzanas con manzanas que diría Ana Botella. El argumento de Diez Alegría era tan simple como evidente; en ese caso las mujeres tampoco podrían tener patrimonio, viviriamos en una dictadura de la Real Academia de la Lengua, esto último es un desvario mio jejeje. Mi error era que yo en mi ignorancia había confundido a Díez Alegría con José María de Llanos Pastor el famoso cura rojo que tanto ayudó al desarrollo del marginal barrio madrileño del Pozo del tio Raimundo muerto en 1992, por el hecho de haber trabajado los dos en dicho barrio. La publicación de su libro "Yo creo en la esperanza" le costó
la expulsión de la orden de los jesuitas aunque siguió viviendo con ellos, por eso decía de si mismo que era un jesuita sin papeles. En fin que vi la noticia y pensé que este hombre merece ser recordado con cariño como un ejemplo de honradez, valentía y sacrificio por los demás.