lunes, 17 de agosto de 2009

Vuelta al curro.

Si no existiera el trabajo tampoco existirian las vacaciones, ese es mi consuelo, además todavía queda verano para disfrutar de la playita. Este año, por contra de lo que suelo, no he estado solo en mi Montilla natal y mi Cádiz de adocción.



Con las barquillas del parque del Retiro no me atreví pero si con los leones que lo custodian.



Despues le tocó el turno a Zaragoza donde alternamos la visita a los sagrados lugares con el concierto de la irreverente Madonna.



Desde la 6 de la tarde hasta las 10 y algo de la noche pasando calor para ver a la diva. Valió la pena a pesar de la desastrosa organización, el concierto acabó a las 12.15 y no llegamos al hotel hasta las 3 y pico de la madrugada.



A la vuelta como nos pillaba casi de camino desviandonos un poco de la A2 visitamos el semi derruido Monasterio de Piedra. Lo más bonito de este paraje es su pequeño parque natural con una ruta de unos 5km repleta de arroyos, cascadas y vegetación, pero tras el concierto nos quedaban pocas ganas de senderismo asi que nos contentamos con visitar el monasterio, lo más curioso de él es que fué el primer lugar de Europa donde se elaboró el chocolate, mira tú igual que Barbate que es el primero al que llega el chocolate.



A la vuelta todavía hubo tiempo de visitar el cabo de Trafalgar con su faro y de tragar arena por culpa der mardito levante, eso sí el agua limpia y transparente y la arena fina como ella sola todavía la llevo en algunas partes de mi cuerpo.

En fin ya queda menos para navidad.

3 comentarios:

La sonrisa de Hiperion dijo...

Hay que ver la magia que sigue teniendo Trafalgar, verdad?

Saludos!

Fete dijo...

uno de los lugares mas bells de la geografia aragones, nuestro querido monasterio de piedra. Sabias que el primer chocolate que se cocino en Europa se cocino alli?
un blog, que seguire visitando. Un saludo.

EL QUINTO FORAJIDO dijo...

Gracias por la visita Fete Vidal, me lo recomendó un compañero y tanto el paraje como el paisaje que vi por la carretera daban ganas de pasar por allí unos días, no se lo montaban mal los monjes con su chocolatito su vino y sus migas, muy ricas por cierto.

Bienvenido, un saludo.